Carta de Asamblea Constituyente Libre y Soberana al Comando En Contra

Con todo respeto, a través de la presente Carta, les comunicamos nuestra decisión de retirarnos del grupo Comando En Contra, en el que hemos estado trabajando juntos contra el actual engendro político naciente del acuerdo del 15 de noviembre, que tenía como objetivo poner fin al levante popular y, más crítico aún, buscar institucionalizar las reivindicaciones de la lucha popular. 

Carta de Asamblea Constituyente Libre y Soberana al Comando En Contra
28/07/2026

Estimados compañeros y compañeras: 

Con todo respeto, a través de la presente Carta, les comunicamos nuestra decisión de retirarnos del grupo Comando En Contra, en el que hemos estado trabajando juntos contra el actual engendro político naciente del acuerdo del 15 de noviembre, que tenía como objetivo poner fin al levante popular y, más crítico aún, buscar institucionalizar las reivindicaciones de la lucha popular. 

El principal objetivo del sistema chileno dominante actual es ponerle un alto a la crisis institucional que se abrió con la Revuelta Popular de octubre de 2019. Las clases dominantes lo han intentado con el gobierno Boric, pero, cada día que pasa, es más evidente su fracaso.

El cuestionamiento a las lógicas capitalistas las asumimos en cada espacio de construcción; anteponemos a cualquier idea individual una colectiva que desmembre intereses particulares.

Nuestra participación en el Comando En Contra ha estado motivada por la centralidad de la lucha por el Voto En Contra de la “nueva” constitución en diciembre, de la misma manera que lo había hecho en la Campaña por el Anulo en mayo, con bastante suceso.

Sin embargo, el Comando En Contra vio sus actividades paralizadas hace varias semanas, tanto de sus plenarias como de sus comisiones. Esa política fue impuesta por parte de quien concentra el control sin ni siquiera haberla puesto en discusión entre sus integrantes.

Cuando algunos integrantes del Comando En Contra pidieron reuniones de emergencia para tratar la necesidad de trabajar en la Campaña porque el tiempo urge, lo que vimos fueron acciones y medidas autoritarias, represivas y sectarias, que nada tienen que ver con la organización de la lucha de los pueblos y naciones que habitan nuestro país. 

Como algunos ejemplos apenas, se ha oficializado la censura y el sabotaje abierto de cualquier iniciativa discordante de la política oficial paralizante, reduciendo el trabajo a esos intereses individuales, cooptando el trabajo colectivo y, en especial, orientando el trabajo al voluntarismo y a la desorganización; sin trabajo en equipo, sin planificación, etc. Y principalmente, sin objetivos ni compromisos con el resultado de la Campaña. Con acusaciones como “ya han quebrado muchas organizaciones” o “sabemos que son operadores políticos que buscan quebrar organizaciones”, hechas por Rafael Montesinos, a título de ejemplo. Se busca maquillar la obscena adaptación al decadente gobierno Boric, disimulando quien, en verdad, está haciendo un gran esfuerzo para quebrar la lucha, manteniéndola con las manos atadas.

La visión sesgada de que el trabajo, en el caso de hacerse, debería suceder físicamente en Santiago de Chile, olvida el valioso trabajo que se realiza en otras partes del país y en el extranjero. Todas las voces y esfuerzos son importantes en esta lucha por el Poder Popular. 

La política oficial actual impuesta en el Comando En Contra va exactamente en el sentido opuesto; en contra del espíritu de colaboración y unidad que debería prevalecer en un colectivo de lucha, si su verdadero objetivo es una salida para los pueblos de Chile y la recuperación de la soberanía nacional.

El escaso enfoque del accionar ha estado principalmente en las discusiones y los conflictos personales. Y eso pasa en medio de la gravísima penuria, en aumento, de la gran mayoría de los pueblos de Chile, que podrá ser mucho peor en el caso que la “nueva” constitución ser aprobada, con el apoyo de todo el sistema actual, que actúa como testaferro de la Dictadura, y que tiene como característica en destaque ser aún peor que la constitución actual.

Nuestra política

Siempre cuando hay dudas políticas, una buena pista sale de hacerse tres preguntas: ¿Al servicio de quién? ¿A quién beneficia? ¿Cuáles son los intereses materiales?

Rechazamos la búsqueda por beneficios políticos individuales o sectarios, o la realización de acciones que solo sirvan para generar una imagen mediática para ser usada por figuras o caudillos políticos, principalmente cuando aparecen por detrás intereses bastante oscuros. 

El enfoque de una organización de lucha debe ser la elaboración y aplicación de políticas orientadas a organizar los movimientos de masas y de trabajadores. Esto implica en el uso de todos los medios y formas de luchas posibles, y no en actuar como una secta.

Nuestra política se basa en la construcción desde la base social, con un enfoque en los trabajadores y el pueblo, en pro de una lucha combativa contra todo un sistema muy injusto. 

Nosotros somos gente de acción, de lucha, orientados a los resultados que importan a los trabajadores y a los pueblos oprimidos. Eso implica naturalmente en rechazar el mandonismo, el sectarismo y el caudillismo, y valorar profundamente el trabajo en equipo y someter los intereses individuales al colectivo de manera bien debatida. 

Exigimos que los acuerdos sean cumplidos, que no se cambien las reuniones acordadas unas horas antes para romperlas y que no exista la censura en los procesos de discusión.

Al amplio horizontalismo en la elaboración de las políticas que deben ser aplicadas, le sumamos el profesionalismo, el compromiso y la disciplina en la ejecución práctica. Si cometemos errores, los evaluamos con amplio horizontalismo y los corregimos para volver a la acción práctica, pidiendo todas las disculpas necesarias, con total humildad e inclusive públicamente, si fuera necesario.

Tenemos profunda convicción internacionalista. 

Estamos siempre disponibles para trabajar seriamente con todos aquellos que tengan como objetivo dirigir sus esfuerzos y capacidades a la unificación de las luchas en contra del sistema opresor actual y la organización de trabajos conjuntos en pro de las demandas históricas de los trabajadores y de los pueblos, como la única salida real a esta creciente crisis.

Esperamos que nuestras razones sean comprendidas y les deseamos éxito en sus eventuales futuras actividades.

Atentamente, 

Comité por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana