La derecha controla el proceso constitucional de manera franca y abierta no sólo a partir del Consejo Constitucional, sino que quienes opinan e imponen la pauta son muy conocidas figuras del sistema actual. En estos días estuvieron presentes los ex presidentes Sebastián Piñera, Michelle Bachelet y el siempre jefe de Carabineros, general Yañez.
Pero a pesar del enorme control, de los Expertos y los 12 Bordes de la Dictadura, el sistema en su conjunto apuesta a que el gobierno Boric sufrirá una derrota en el Referendo de diciembre y con ello, el gobierno Boric quedará aún más dependiente de la derecha testaferro de la Dictadura.
Por ahora, Boric les sirve para intentar canalizar algunos movimientos sociales por la vía institucional, mientras aparecen varios candidatos para sustituirlo, como nuevos voceros de la Dictadura por la izquierda institucional, ante la decadencia total de Convergencia Social.
El intento de la institucionalización de las actividades por los 50 años del golpe de 1973 es parte de esa política.
Un ejemplo claro es el robustecimiento de las políticas represivas y la capacidad criminalizadora de las leyes en Chile, las cuales de por sí, ya tienen un marco jurídico mayor a otros países de América Latina.
A los 50 años del golpe de Estado, el aumento de la fuerza de las FFAA y la institución represiva del Estado solo ha ido en aumento.
La Ley Nanin Retamal, la Ley Antitomas, y la preocupación desde el propio gobierno en actualizar la Ley Anti-terrorista, son acciones concretas que se han llevado adelante con el objetivo de fortalecer aún más las políticas de la Dictadura, “neoliberales” y sometidas a potencias extranjeras.
Mientras se avanza en esa línea, como conmemoración vacía, pretenden en Santiago realizar un cambio de nombre a algunas calles. ¿Qué tipo de actividad de una supuesta izquierda es ésta? Al fin y al cabo, en el recordatorio de los 50 años, lo que este gobierno conmemora es el golpe en sí, y no el legado de la Unidad Popular; mucho menos pretenden hacer una reflexión sobre el asesinato de Salvador Allende.
El aumento de la crisis en Chile pone en pauta la imposibilidad de darle salidas estructurales. La presión de la principal potencia que controla América Latina tiene como objetivo desviar su mayor crisis histórica para su patio trasero, América Latina.
Los países más estables en América Latina en este momento son Brasil, México, Colombia y Chile. Y su estabilidad la consiguen pagándoles altísimas tasas a capitales especulativos. Pero esta es una política macabra. Así que las tasas de interés en los países centrales aumentan o si desconfían de nuestra incapacidad para pagarles sus jugosas ganancias, se retirarán, dejando un rastro de sangre para atrás.
La decadencia del gobierno Boric vuelve a poner en la agenda de la política de lucha la necesidad de retomar la lucha por las bases, en pro de una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, con delegados que sean elegidos a partir de los cabildos y asambleas populares, para aplicar medidas a favor del pueblo de Chile y de su soberanía.
Y en diciembre, todos debemos Votar En Contra, contra los testaferros y voceros de la Dictadura.