El Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) en Chile, como se describe en el texto, tenía una posición y un enfoque político muy distintos a los partidos comunistas y socialistas tradicionales de la izquierda chilena.
Exponemos algunos de los puntos clave de la participación del MIR en el movimiento de masas y su visión revolucionaria:
1. Rechazo de la Vía Pacífica: El MIR rechazó la idea de que el socialismo podría lograrse a través de vías pacíficas y parlamentarias. Argumentaba que la historia no proporcionaba ejemplos de las clases dominantes entregando voluntariamente el poder, y abogó en cambio por la insurrección popular armada como la única forma de derrocar al régimen capitalista.
2. Crítica a la Burguesía Progresista: A diferencia de otros partidos de izquierda que consideraban posible una alianza con la “burguesía progresista”, el MIR rechazó esta posibilidad y se centró en la alianza entre el proletariado, los campesinos y la clase media empobrecida, como la base de la revolución.
3. Desarrollo del Poder Popular: El MIR abogaba por la creación del “poder popular” que implicaba tener un liderazgo popular sobre el aparato burocrático del Estado. Esto significaba restringir las funciones de los empleados estatales y permitir la participación de la asamblea popular en la toma de decisiones.
4. Comandos Comunales: El MIR consideraba fundamental la creación de Comandos Comunales como órganos de poder popular. Estos comandos podían unir a trabajadores, campesinos y pobres urbanos, creando alianzas sólidas para avanzar en el proceso revolucionario.
5. Críticas al Partido Comunista y al Partido Socialista: El MIR criticaba al Partido Comunista (PC) y al Partido Socialista (PS) no sólo por sus ilusiones en relación a la institucionalidad burguesa, sino también por la “hegemonía monolítica y burocrática” en el movimiento de masas, que incluía los intentos de controlar burocráticamente los Cordones Industriales para someterlos al gobierno de la Unidad Popular.
6. La Asamblea Popular: El MIR abogaba por la creación de una Asamblea Popular en la que estuvieran representados los líderes de diversas clases sociales en proporción a su presencia en la población activa. Consideraban que esta asamblea era fundamental para la construcción de un poder popular real.
7. Preparación Militar: El MIR se preparaba militarmente y consideraba necesario preparar a la población para la cada vez más evidente posibilidad de un golpe militar por parte de las clases dominantes para mantener sus intereses.
8. Los Cordones Industriales: Los Cordones industriales más importantes funcionaron como consejos obreros que agrupaban a los trabajadores de varias industrias. Durante su existencia, hasta por lo menos el “Tanquetazo” de julio de 1973, los Cordones Industriales no se posicionaron como opositores al gobierno de Salvador Allende, a pesar de las críticas a ciertos aspectos de su política y a la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). La mayoría de los líderes de los Cordones entendían la necesidad de la permanencia del gobierno popular para avanzar hacia la “revolución socialista”.
9. Influencia del MIR en los Cordones Industriales: Aunque el MIR tenía influencia en los Cordones, los socialistas tenían una mayor presencia y buscaban ponerlos bajo el control del gobierno de la Unidad Popular. El MIR era contrario a esa política porque abogaba por la creación del “poder popular” revolucionario de los trabajadores y de las masas, que la resumía en su consigna de “Crear Poder Popular”.
10. Coordinación de Acciones: Los Cordones Industriales se formaron para coordinar acciones conjuntas, especialmente en temas como la nacionalización de industrias, el control obrero de la producción y el abastecimiento directo. Esta coordinación se basaba en la unión de sindicatos de empresas nacionalizadas o bajo intervención estatal, o en aquellos que los trabajadores presionaban para que fueran incorporados al sector del gobierno.
11. Dispersión Organizativa: A pesar de la dispersión organizativa de los Cordones Industriales, comenzaron a adoptar un modelo orgánico común a partir del primer semestre de 1973, con variables locales. Esto incluía la elección de representantes y una dirección para cada Cordón.
12. Preparación para la Defensa: Tras el Tanquetazo (un intento de golpe militar en 1973), se discutió la necesidad de implementar un sistema de autodefensa para proteger al gobierno en caso de un golpe de Estado. El MIR participó activamente de esta preparación que no llegó a consolidarse. Los Cordones no estuvieron preparados para enfrentar la violencia del golpe militar.
13. Relación entre los Partidos Políticos y las Organizaciones Sociales: Existía una relación de “subordinación” entre los partidos políticos y las organizaciones sociales en Chile en ese momento. Los dirigentes de las organizaciones populares a menudo eran elegidos por representación partidista, lo que generaba desconfianza y tensiones en las bases y en las organizaciones políticas no hegemónicas, como era el caso del propio MIR.
14. Las contradicciones generadas por la política de los Socialistas: Los socialistas, especialmente los líderes sindicales, tenían un papel fundamental en los Cordones Industriales y tenían la dirección en la mayoría de ellos. Por esa razón, buscaron crear la Coordinadora Provincial de Cordones Industriales. Este episodio aumentó los desacuerdos con el MIR, que acusó a los Cordones de dividir a la CUT y restringir su estrategia política sólo a la clase trabajadora, en lugar de promover una alianza más amplia entre “la gente pobre de la ciudad y el campo”. El presidente Allende y el PC también criticaron a la organización de la Coordinadora por poner en riesgo la dirección conjunta de la clase trabajadora y por representar el paralelismo sindical. La CUT también criticó a los sectores políticos que alentaron la organización de la Coordinadora de Cordones que, a los ojos de la dirección de la Central, también significó paralelismo sindical, reprendiendo así cualquier acción que pusiera en riesgo la representación única de la clase.
15. El Tanquetazo: Días después de la formación de la Coordinadora Provincial de Cordones se produjo el ensayo de golpe militar, el Tanquetazo (29 de junio de 1973), que fue organizado por los servicios de inteligencia chilenos, orquestados por los agentes de los Estados Unidos, con el apoyo de Inglaterra, Alemania, Australia y Brasil. Esto, sin duda, produjo cambios dentro de los movimientos populares. Fue durante este período que la CUT reconoció oficialmente la importancia de Cordones, a través de un comunicado público.
16. Integración de los Cordones Industriales a la CUT: El acuerdo establecido entre el PC y el PS se produjo en julio de 1973. Según Corvalán, presidente del PC, los pocos puntos de unidad en la reunión fueron: Los Cordones debían ser los bastiones del proletariado bajo la dirección de la CUT. El PS estaba dividido y gran parte de los socialistas defendía la autonomía de los Cordones frente a la CUT. El MIR apoyó el proceso de integración de los Cordones a la CUT, al no estar de acuerdo con la existencia de paralelismo en el movimiento popular, y buscar impulsar la política de alianzas entre los pobres de la ciudad y del campo.
17. Elección de los dirigentes de los Cordones Industriales: El PC, a través de Galviano Escorzo, presidente del sindicato único industrial Textil Progreso y delegado en Cordón Vicuña Mackenna (que era uno de los más importantes), planteó que la mejor manera de elegir la dirigencia del Cordón era mediante cuotas políticas, en proporción a la representación del partido en el sindicato de base. Así, si se respetara este criterio, la mayoría de Cordones estaría liderada por comunistas y socialistas, fortaleciendo así la base de la coalición de la UP. El MIR, que tenía poca influencia en el ambiente sindical, exigió elecciones directamente desde la base, lo que le daría mayores posibilidades de obtener los votos de los trabajadores radicalizados sin afiliación partidista. Al mismo tiempo, el MIR destacó el peligro de una serie de “vicios” burocráticos del sistema sindical chileno liderado por la CUT (Central Unitaria de los Trabajadores), dirigida por el PC, que podrían ser transferidos a los Cordones. La forma inicial de elección adoptada fue incorporar a los consejeros provinciales de la CUT a los distintos Cordones para, de esta manera, coordinar acciones conjuntas. El problema fue que los concejales de la Central no reconocieron políticamente el liderazgo de varios Cordones y comenzaron a desencadenar nuevas elecciones de representantes, organizando Cordones fantasmas y paralelos, lo que también tensó la relación entre sindicatos, CUT y Cordón.
18. El año de 1973: El primer semestre de 1973 estuvo marcado por las movilizaciones de enero de 1973 contra el proyecto Millas-Prats, que tenía como objetivo controlar el movimiento sindical y social por interventores militares, las elecciones parlamentarias de marzo, la represión de los Cordones Industriales por la Ley de Control de Armas y Explosivos y la ocasión del primer levantamiento militar, el Tanquetazo de junio de 1973. El año 1973 estuvo marcado por una gran polarización política entre la izquierda y la derecha política, así como por la organización y fortalecimiento de la acción popular en las industrias.
19. Primeras movilizaciones de los Cordones Industriales en 1973: Las primeras movilizaciones de Cordones Industriales ese año se produjeron, en enero, contra el Proyecto de Ley Millas-Prats. En Cerrillos y Vicuña Mackenna, por ejemplo, las avenidas fueron ocupadas por trabajadores que exigían la incorporación de diversas industrias a la lista de prioridades de la APS, elaborada por el gobierno. El 30 de enero de 1973 Cordones Cerrillos, Vicuña Mackenna y Nuñoa-Macul realizaron manifestaciones frente a La Moneda contra la política conciliadora del gobierno. Ese día, Salvador Allende recibió por primera vez a dirigentes de los Cordones Industriales de Santiago. Allende habló de la crisis del cobre, de los problemas económicos internacionales, de la situación del boicot político y económico y, poco después, Hernán Ortega, por Cordón Cerrillos, inició un difícil debate sobre la posibilidad de consolidar el poder dual.
20. Las elecciones parlamentarias de marzo de 1973: 1973 representó un momento decisivo para el proyecto político de la UP, debido principalmente a las elecciones parlamentarias celebradas a principios de marzo, que definieron las estrategias de los bloques políticos para los meses siguientes. La derecha aspiraba a obtener el 51% de los votos para destituir al Presidente de la República, ya que, hasta ahora, no contaba con el apoyo total de la Democracia Cristiana y sectores importantes de las Fuerzas Armadas para coordinar un golpe de Estado. Para la izquierda, las elecciones serían un termómetro de su base política y esperaban, finalmente, negociar una salida a los últimos años de gobierno con la Democracia Cristiana. El resultado electoral repercutió favorablemente en la izquierda y las organizaciones populares. Para los Cordones Industriales, el crecimiento electoral de la UP representó un momento oportuno para que la coalición cumpliera con su programa político, cerrando el Parlamento, instalando la Asamblea Popular, redactando una nueva Constitución Política y nombrando un nuevo Tribunal de Justicia. Al mismo tiempo, los Cordones intensificaron sus acciones políticas, principalmente a través de la ocupación de industrias y de las principales avenidas que conectaban los sectores industriales con el centro de Santiago, como una forma de ejercer presión sobre el gobierno.
21. La política de la UP después de marzo de 1973: Luego de las elecciones legislativas de marzo, la táctica de la UP se limitó principalmente a establecer un acuerdo con el PDC, construir la realización de un plebiscito popular y privar del derecho de apoyo militar mediante el establecimiento de un acuerdo entre el gobierno y las Fuerzas Armadas, al mismo tiempo que los oficiales directamente comprometidos con conspiraciones se harían a un lado. A mediados de mayo de 1973, cuando la línea político-institucional de la UP dejó de ser viable debido a la mayoría obtenida por el sector Aylwin-Frei en la dirección de la DC, ya estaban alineados con las tácticas insurreccionales del PN y Patria. y Libertad. A partir de marzo de 1973, los recursos tácticos de la UP quedaron inoperativos en relación con sus objetivos estratégicos.
22. La reacción ante el Tanquetazo: El levantamiento militar del 29 de junio de 1973, conocido como Tanquetazo, abrió una nueva situación en la lucha de clases que se cerró el 11 de septiembre de 1973. En el Tanquetazo los trabajadores permanecieron en las industrias y por la noche acudieron masivamente a la Plaza de la Constitución, donde habló Allende. La discusión gira en torno al golpe de Estado, de lo que se avecinaba, de la guerra civil y de todos los trabajadores fallecidos, por favor, hay que cerrar el congreso, hacer una nueva constitución, convocar al plebiscito. Le gritaron al presidente ¡plebiscito, plebiscito! Y Allende, respetó la constitución y la institucionalidad hasta el final, lo que le costó muy caro al pueblo chileno. Los Cordones Industriales comenzaron, a partir de la evidente crisis institucional y del proyecto de UP post-Taquetazo, a exigir al gobierno una posición de ruptura con el sistema burgués, y comenzaron a defender abiertamente la tesis de la inevitabilidad del enfrentamiento armado. La influencia de la política del MIR aumentaba, pero aún estaba lejos de ser hegemónica. La CUT y los Cordones Industriales reaccionaron inmediatamente al Tanquetazo, ordenando a los trabajadores ocupar todas las industrias del país y organizar Comités de Vigilancia, con el acuerdo de que los trabajadores debían hacerse cargo de la producción industrial y dejar solo las brigadas de choque para unirse a las brigadas de otras empresas.
23. Preparación para enfrentar el golpe: Las direcciones de los Cordones Industriales empezaron a ver la necesidad de prepararse para un enfrentamiento armado. Sin embargo, fueron los partidos políticos, principalmente MIR y PS, los que desarrollaron el entrenamiento militar con sus respectivas bases partidistas. Ambas organizaciones contaron con la ayuda de asesores cubanos, e incluso algunos dirigentes viajaron a Cuba para recibir entrenamiento militar. Sin embargo, para el entrenamiento más “masivo”, la estructura y el armamento eran en general precarios. Así, la política militar de los partidos quedó absolutamente desconectada de la política de entrenamiento masivo de la base de Cordones Industriales.
24. El MIR ante el plebiscito de Allende: Luego de que el MIR se enteró del plebiscito que convocaría Allende, alrededor del 6 de septiembre de 1973, su dirección orientó que vendría un golpe blanco o un proceso de conciliación en el que los militares asumirían, con el apoyo de la UP, la mayoría de los cargos en el gobierno. Debido a esta cuestión, los miristas acabaron quitando todas las medidas defensivas, es decir, desmantelaron parte del aparato de resistencia, ocultando armas y granadas en lugares más alejados de las industrias. Para el MIR era necesario pasar a la ofensiva con el “poder revolucionario de las masas”, expresado por las organizaciones sindicales Comandos Comunales y Cordones Industriais.
25. La política de Allende y la DC: Salvador Allende, en declaraciones a radio y televisión nacionales, reafirmó una vez más la necesidad de buscar una solución política para evitar un posible enfrentamiento. Fue un mensaje a la Democracia Cristiana, que terminó aceptando un último diálogo, debido a la presión ejercida por la Iglesia Católica, que emitió una declaración pública el 16 de julio de 1973, llamando a los chilenos a construir un pacto nacional que facilitara el diálogo entre los dos bloques políticos: izquierda y centro. La DC afirmó que cualquier negociación debería estar directamente condicionada al desmantelamiento de los grupos armados que operaban al margen de la Constitución, la devolución de las industrias ocupadas y la organización de un ministerio que ofreciera plenas garantías al país de que el acuerdo sería cumplido de manera efectiva. Eso implicaba, indirectamente, en pedir la entrada de los militares al gobierno. La propuesta de la DC era explícitamente un golpe de estado contra la coalición política de Allende, sin el uso de las armas, pero legitimado por la propia UP, si aceptaba las condiciones impuestas.
26. La Ley de Control de Armas (Ley N° 17.789), aprobada en el Parlamento y sancionada por el Presidente Allende el 20 de octubre de 1972, en la práctica permitió al Ejército Chileno inspeccionar fábricas, “poblaciones”, sindicatos y sedes de partidos políticos para incautar armas. La Ley terminó aplicándose a grupos de izquierda, especialmente en los Cordones Industriales, mientras que grupos de extrema derecha, como Patria y Libertad, eludieron la Ley. Las acciones militares que buscaban posibles depósitos de armas en los Cordones Industriales se tornaron más violentas, llegando incluso a humillar, torturar, disparar y asesinar a trabajadores durante las inspecciones. Los excesos cometidos por militares fueron tan graves que el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, el general Carlos Prats, organizó una reunión con el alto mando militar para solicitar que las inspecciones se llevaran a cabo de manera más suave y que el alto mando tomara medidas contra el grupo paramilitar Patria y Libertad, que había declarado públicamente que realizaba lucha armada desde la clandestinidad.
27. El levante del Cordón Industrial más importante: El 19 de julio de 1973 el Cordón Vicuña Mackenna realizó una gran jornada que fue convocada por el movimiento el día en que la región pasó a ser “territorio libre” de trabajadores. La acción fue coordinada por el MIR y sectores más radicalizados del PS y consistió en bloquear mediante barricadas las principales vías de acceso a la región de Vicuña Mackenna. La principal demanda fue la nacionalización de las empresas ocupadas desde el Tanquetazo. Participaron pobladores y trabajadores de manera conjunta. La ocupación fue reprimida violentamente por los carabineros y un militante del MIR murió asfixiado por gases lacrimógenos.
28. Ante el fracaso de la negociación UP-DC: A mediados de agosto de 1973, la Democracia Cristiana anunció el fracaso y el fin del diálogo con el gobierno de la UP. Las direcciones de los Cordones Industriales asumieron una posición de vigilancia permanente ante la posibilidad de un nuevo levantamiento militar. La situación polarizada terminó reactivando orgánicamente algunos Cordones Industriales que estaban mal articulados. Los socialistas aprovecharon su mayoría política en los Cordones para señalar que estaban a favor de construir una alianza obrera con sectores de las Fuerzas Armadas, utilizando su prensa para llamar a los militares leales a ponerse del lado del pueblo y del gobierno.
29. Nueva huelga patronal del sector del transporte: El 24 de julio de 1973 se declaró nuevamente una huelga en los sectores del transporte, repitiéndose el caos de octubre de 1972. Los Cordones y la CUT rápidamente coordinaron la ocupación de industrias privadas y centros de distribución, y comenzaron a organizar la distribución de productos de primera necesidad.
30. El Parlamento en contra del gobierno de la UP: El 23 de agosto de 1973, el Parlamento declaró, con los votos de la mayoría opositora, incluidos los votos de la DC, la inconstitucionalidad e ilegalidad del gobierno de la UP, por permitir la creación de poderes paralelos, ilegítimos, que constituían un grave peligro para la nación. Entre varios puntos argumentados en el proyecto estaban la ocupación de industrias y la formación de organizaciones que, según diputados de oposición, ejercían una autoridad que ni siquiera la Constitución chilena les otorgaba: el acto de crear el llamado poder popular y sustituir a los legítimos. poderes constituidos para servir de base a la dictadura “marxista”, citando a los Comandos Comunales, los Consejos Campesinos, los Comités de Vigilancia y la JAP. Curiosamente, el argumento de inconstitucionalidad no citó explícitamente a los Cordones Industriales en ningún momento.
31. El “canto del cisne” de la Unidad Popular y la reacción popular: Sin posibilidad de diálogo con los demócratas, Allende y el PC apuestan sus últimas fichas en nombrar militares para hacerse cargo de los principales ministerios del gobierno. La dirigencia de Cordones Industriales reaccionó con críticas al ingreso de militares al gobierno, pues significaba un acuerdo con las posiciones presentadas por la DC en momentos en que aún se discutía la posibilidad de un acuerdo político. Miristas y sectores del Partido Socialista afirmaron que el nombramiento de ministros militares fue una traición a los trabajadores.
32. Los tres años del gobierno de la UP, fuerza y debilidad: Los festejos de los tres años de gobierno de la UP, realizados el 4 de septiembre de 1973, fueron una verdadera demostración de fuerza y organización de los trabajadores chilenos, encabezados por la CUT y los Cordones Industriales. El llamado del Central sugirió la realización de asambleas de base en las industrias para aprobar el paro general de actividades a las 4 de la tarde del día 4, para marchar en columnas hasta la Plaza de la Constitución, frente al Palacio de La Moneda. La marcha reunió a un millón de trabajadores bajo el lema “Unidad y Combate”; Chile tenía nueve millones de habitantes en 1973. Pero era una manifestación que no tenía la fuerza necesaria para enfrentar a los golpistas. Las fuerzas populares habían sido debilitadas por las propias políticas de la Unidad Popular en su esfuerzo por mantener el “orden institucional”.
33. La violencia del golpe militar terminó por inviabilizar la política del MIR: El MIR, en agosto, convocó abiertamente a la organización de tareas armamentísticas populares y propuso una huelga general por tiempo indefinido, con ocupación de fábricas y barrios. También indicó que, en caso de un golpe militar que deponga al gobierno de Salvador Allende, la contraofensiva debe ser la formación de un gobierno autónomo a cargo de los Comandos, los Consejos Comunales y los Cordones Industriales con sede en el periférico, en las “poblaciones”. El MIR propuso aprovechar la caída del gobierno para generar un territorio libre, autónomo, basado en el poder popular. El MIR llamó a tropas y sectores de oficiales de las Fuerzas Armadas a trabajar con el pueblo.