Es mercadeo, señor presidente, solo eso. La cuenta pública se vuelve un acto simbólico de alabanzas intra clase dirigencial, que tuvo como novedad a un nuevo testaferro de la dictadura (…), presidente. El estado de derecho que defiende, le sienta cómodo por las necesidades resueltas de la élite, sin lugar a duda.
Pero los pueblos que esperan ya lo han hecho por 50 años… y seguirán esperando. Se le olvidó señalar que los acuerdos han disfrazado por casi una generación los verdaderos intereses, ocultos tras palabras de buena crianza, que han sido perfeccionadas por tantas generaciones: Dominar a las clases trabajadoras con mejoras cosméticas a la constitución que usted representa. Y sí. Hay que decirlo con todas sus letras: a la dictadura no le bastó quedar impune. Ahora sus ideas perduran en su sector político, en su actuar internacional y en su ninguna claridad popular. Ustedes no son parte del legado de Allende y no lo serán nunca.
Los aumentos de salario insuficientes, la producción y generación de empleos con niveles insostenibles en los hogares del país, demuestran que el Estado no llega a los y las chilenas, porque no está construido para ello. Está basado en la generación de energía que ayuda a la acumulación desproporcionada de capital, a costa del sacrificio no sólo de Chile, sino también de los pueblos que lo componen.
El despojó del poder constituyente por parte de la clase política no bastó. Ahora nos quieren imponer por 50 años más, las comodidades que el pueblo les provee. Usted sabe el camino real pero no tiene voluntad política para aceptarlo y la verdad es que nunca la tuvo.
¡¡Por una Asamblea Constituyente libre y soberana que le devuelva al pueblo lo que es del pueblo!!
