¡No te pierdas esta oportunidad única! Te invitamos a sintonizar una entrevista reveladora con el distinguido académico Juan Camus, miembro destacado de la Universidad de Playa Ancha. En este encuentro, Camus expondrá en detalle las intrigas y artimañas que operan tras bambalinas en torno al concentrado de cobre, el recién proclamado royalty del 1% que promete maravillas, así como la política económica que el gobierno está aplicando respecto a los preciados recursos naturales del país. Una ocasión imperdible para adentrarnos en los entresijos de estos temas fundamentales para nuestra sociedad. ¡Acompáñanos y amplía tu perspectiva!
Entrevistador: , don Juan Carlos, bienvenido a Contracorriente. Este es un espacio de conversaciones donde tratamos diversos temas, del ámbito nacional y extranjero. Hoy día nos toca conversar con usted por su larga trayectoria con respecto a la renacionalización del cobre. Bienvenido, don Juan. ¿Cómo está?
Muchas gracias por invitarme.
Entrevistador: No, gracias a usted. , don Juan, , mmm, usted en, en, en toda esta trayectoria, , que ha sido larga, ¿cómo la ha visto? ¿En qué momento estamos con respecto a la renacionalización del cobre? ¿Cómo ha visto usted actualmente el discurso del ambiente político?
Lamentablemente tengo que decir que, , no muy bien o mejor dicho, mal estaban las últimas noticias del directorio de Codelco que prácticamente ya está declarando que esta principal empresa estatal nacional, nuestra propiedad de todos los chilenos, , poco menos que ya es insolvente y que poco menos que haya que venderla o privatizarla, ¿o qué? Entonces, ese tipo de información que nos está llegando, , nos hace pensar que definitivamente las cosas están mal y eso, , debido a que el directorio de Codelco es prácticamente autónomo.
Ni siquiera el presidente de Codelco lo puede elegir el presidente, o sea, se prácticamente se auto se autodesignan, , entre ellos. Pero lo peor es que la mayoría de los personajes que están formando parte de Codelco son, , gente que viene del ámbito privado, de las transnacionales privadas. Ahí no van a tener ningún interés, digamos, en hacer que Codelco sea una empresa, una empresa, , promisoria, , rentable para nuestro país.
Por consiguiente, , cuando nosotros hablamos de la renacionalización del cobre, yo siempre veo que habría que haber empezado por fortalecer al máximo Codelco y precisamente , darle a Codelco las mayores, , alternativas de crecimiento posible. Y lamentablemente veo que es todo lo contrario lo que está pasando. Lo están tratando de hundir, de minimizar, , incluso de desprestigiar y, , de no, no, no, no veo, no veo un buen futuro para para el proyecto que significaría volver a recuperar nuestros recursos minerales, principalmente el cobre que es, , el pan nuestro de cada día, la vida maestra como como decía nuestro presidente de nuestro país. Entonces, yo francamente veo que en este momento el gobierno no tiene una política minera clara y que por consiguiente , la lucha por la renacionalización del cobre es una tarea bastante complicada en este momento. Bastante complicada.
Entrevistador: La deuda de Codelco, ¿a cuánto más o menos asciende?
A veintiún mil millones, más de veintiún mil millones de dólares. Eso es más o menos la deuda que tiene, sí, sí, efectivamente eso es lo que se está lanzando a la prensa, que es una deuda de alrededor de veintiún mil millones que va creciendo exponencialmente y que francamente, , se mmm el directorio se da cuenta de que de ninguna manera uno puede seguir, es decir, , están tratando de, de, de hundirla, , lo más rápido posible. Entonces eso, eso , es muy preocupante, es muy preocupante y, y, el problema es que Cochilco, que es el que realmente debe tener , la palabra en el sentido de la defensa de Codelco, no tiene ni el peso ni ni la responsabilidad de controlar ni ni de proteger a esta empresa estatal. Da la impresión de que Cochilco al fin y al cabo, , la está manejando CESCO, la Sonami y el Consejo Minero. Son estas grandes instituciones transnacionales empresariales que son las que están manejando en este momento prácticamente el noventa y cinco por ciento de la explotación de Chile. Si ustedes se ponen a revisar la Constitución del Consejo Minero, , van a ver que Codelco es, , un mero espectador, digamos, en este Consejo Minero, porque la mayor parte de El video muestra cómo las transnacionales son las que actualmente controlan la explotación de nuestro cobre, lo que es preocupante.
Lo más serio es que al observar lo que están extrayendo de Chile, se están llevando principalmente los concentrados de cobre. Estos concentrados no solo contienen cobre, sino que también alrededor del setenta por ciento de otros elementos que son valiosos, incluso más que el propio cobre.
Si revisamos la composición química de estos concentrados, podemos establecer que aproximadamente el treinta por ciento es cobre, mientras que el setenta por ciento restante consiste en elementos como azufre, hierro, zinc y otros metales como níquel, en diferentes proporciones. Pero hay un conjunto de metales que son extremadamente valiosos, conocidos como metales nobles o metales preciosos, que incluyen oro, plata, paladio, iridio, rodio y osmio. Todos estos metales están presentes en estos concentrados de cobre.
Por lo tanto, lo que están extrayendo de Chile no es solo cobre, sino una mezcla de metales que posee un valor mucho mayor que el propio cobre. Para ilustrar, si comparamos el valor del cobre (que fluctúa diariamente) con los valores de otros metales en los concentrados, veremos que el cobre se valora en nueve dólares por kilo. Mientras tanto, el paladio, por ejemplo, se valora en sesenta y siete mil doscientos treinta y un dólares por kilo. Este contraste es sorprendente y nos lleva a cuestionar cuál es el verdadero negocio que se está llevando a cabo. Parece ser un saqueo de nuestros recursos minerales, ya que estos valiosos metales no están siendo debidamente fiscalizados en la aduana.
En la aduana, solo se fiscaliza el cobre y, a veces, el oro, cuando la concentración es lo suficientemente alta. Las transnacionales argumentan que no tienen los recursos ni el personal técnico necesario para fiscalizar estos otros metales. Esta situación lleva a la conclusión de que están empobreciendo al país mediante este saqueo de recursos minerales no renovables.
Además, las minas están envejeciendo y las leyes de los minerales están disminuyendo. La ley del cobre, que es el porcentaje de cobre en el mineral rentable, ha caído alrededor del uno por ciento. Incluso algunas mineras trabajan con leyes de cobre de aproximadamente cero coma cuatro por ciento, lo que plantea la pregunta de cómo es posible trabajar con un mineral tan poco rentable. La respuesta es que estos minerales contienen otros metales sumamente valiosos, lo que hace que la extracción sea rentable a pesar del bajo porcentaje de cobre.
En resumen, el video sugiere que no es solo la explotación de cobre lo que está sucediendo en Chile, sino que hay una riqueza de otros metales presentes en los concentrados de cobre que están siendo aprovechados por las transnacionales de manera altamente lucrativa. Resulta que tiene oro, resulta que tiene plata, entonces al final uno se pregunta qué está sucediendo en nuestro país y cómo podemos establecer una estrategia que nos permita eventualmente tener el control de la explotación de todos nuestros recursos minerales. Esto es algo que debemos abordar antes de que sea demasiado tarde. Algunos ya están realizando cálculos al respecto. Todas las minas tienen un período de vida útil. Algunas tienen diez años, otras quince, otras veinte, pero todas, sin excepción, envejecen. Esto significa que la ley del cobre disminuye a medida que se explotan. Es un proceso lógico.
Entonces, ¿qué podemos hacer para recuperar la quimera que el presidente Allende nos dejó como legado? Esta es una pregunta que, en última instancia, creo que las futuras generaciones podrán responder. Sin embargo, el tiempo es limitado y tal vez no podamos delegar esta tarea completamente a las generaciones venideras. Debemos actuar en este momento, debemos hablar en este momento y debemos exigir en este momento. Eso es lo que adelanto en respuesta a su pregunta, aunque quizás me haya explayado demasiado.
Entrevistador: No, está bien. Debemos aprovechar la oportunidad de discutir a fondo estos temas, ¿no es así?En relación a CODELCO, se ha asociado con Río Tinto, una multinacional que podría considerarse una de las más importantes en este ámbito. Río Tinto viene con una serie de complicaciones en términos históricos, incluyendo denuncias de corrupción y problemas ambientales. Durante la semana pasada, CODELCO presentó una gran noticia, pero esto ocurre en el marco de la inversión extranjera en el país. A partir de los años sesenta, en concreto en 1962, Estados Unidos estableció la Enmienda del Quinto Lugar, una disposición que buscaba proteger sus inversiones en el extranjero. Esto se relaciona con su política exterior en relación a países como Perú. Este año, en enero, hubo una amenaza directa dirigida a Honduras en este contexto. La pregunta es: ¿qué rol desempeña todo esto en las inversiones extranjeras?
A día de hoy, Río Tinto es uno de los actores más importantes en el país. Claro, se podría decir que son las empresas clave. La mayoría de estas empresas, como por ejemplo La Escondida, están de alguna manera relacionadas con transnacionales. Si revisamos el listado, encontramos que hay alrededor de sesenta empresas canadienses operando en nuestro país, explorando y explotando nuestros recursos minerales. En última instancia, lo que está ocurriendo es un entrelazado prácticamente global. Algunos lo llaman anglosajón, pero en realidad no se limita solo a los anglosajones. También se están involucrando los coreanos, los japoneses, los chinos, y al final todos ellos se entienden y cooperan, especialmente en las bolsas de metales, para explorar y explotar nuestros recursos. Cuando observamos lo que nos queda, que es CODELCO, y su competencia con esta serie de transnacionales, parece que estamos destinados a perder.
Estas alianzas se forman en las bolsas de metales, y si alguien quiere comprar acciones en cualquiera de estas bolsas resulta que tiene oro, resulta que tiene plata, entonces al final uno se pregunta qué está sucediendo en nuestro país y cómo podemos establecer una estrategia que nos permita eventualmente tener el control de la explotación de todos nuestros recursos minerales. Esto es algo que debemos abordar antes de que sea demasiado tarde. Algunos ya están realizando cálculos al respecto. Todas las minas tienen un período de vida útil. Algunas tienen diez años, otras quince, otras veinte, pero todas, sin excepción, envejecen. Esto significa que la ley del cobre disminuye a medida que se explotan. Es un proceso lógico. Entonces, ¿qué podemos hacer para recuperar la quimera que el presidente Allende nos dejó como legado? Esta es una pregunta que, en última instancia, creo que las futuras generaciones podrán responder. Sin embargo, el tiempo es limitado y tal vez no podamos delegar esta tarea completamente a las generaciones venideras. Debemos actuar en este momento, debemos hablar en este momento y debemos exigir en este momento. Eso es lo que adelanto en respuesta a su pregunta, aunque quizás me haya explayado demasiado. No, está bien. Debemos aprovechar la oportunidad de discutir a fondo estos temas, ¿no es así?
En relación a CODELCO, se ha asociado con Río Tinto, una multinacional que podría considerarse una de las más importantes en este ámbito. Río Tinto viene con una serie de complicaciones en términos históricos, incluyendo denuncias de corrupción y problemas ambientales. Durante la semana pasada, CODELCO presentó una gran noticia, pero esto ocurre en el marco de la inversión extranjera en el país. A partir de los años sesenta, en concreto en 1962, Estados Unidos estableció la Enmienda del Quinto Lugar, una disposición que buscaba proteger sus inversiones en el extranjero. Esto se relaciona con su política exterior en relación a países como Perú.
Este año, en enero, hubo una amenaza directa dirigida a Honduras en este contexto. La pregunta es: ¿qué rol desempeña todo esto en las inversiones extranjeras? A día de hoy, Río Tinto es uno de los actores más importantes en el país. Claro, se podría decir que son las empresas clave. La mayoría de estas empresas, como por ejemplo La Escondida, están de alguna manera relacionadas con transnacionales. Si revisamos el listado, encontramos que hay alrededor de sesenta empresas canadienses operando en nuestro país, explorando y explotando nuestros recursos minerales.
En última instancia, lo que está ocurriendo es un entrelazado prácticamente global. Algunos lo llaman anglosajón, pero en realidad no se limita solo a los anglosajones. También se están involucrando los coreanos, los japoneses, los chinos, y al final todos ellos se entienden y cooperan, especialmente en las bolsas de metales, para explorar y explotar nuestros recursos. Cuando observamos lo que nos queda, que es CODELCO, y su competencia con esta serie de transnacionales, parece que estamos destinados a perder. Estas alianzas se forman en las bolsas de metales, y si alguien quiere comprar acciones en cualquiera de estas bolsas…
Y se convierte prácticamente en dueño, de una parte de nuestros recursos minerales. Lo que sucede con nuestro país es que la gente y nuestros gobernantes, principalmente, piensan que un inversionista es una persona que llega con una bolsa de dinero para repartir plata en el país. Es decir, una especie de filántropo que viene con muy buenas intenciones, a invertir su platita aquí y ayudarnos a sobrevivir. Pero en realidad, lo que están diciendo los minerales, los militares, los africanos que están en este momento levantándose, es que en realidad no es ninguna ganancia la que nosotros estamos teniendo con esta caridad, con esta aparente generosidad de estos inversionistas.
Las empresas mineras se invierten en Chile en cantidades bastante considerables, pero resulta que recuperan la inversión en tiempos récord, o sea, están produciendo y teniendo ganancias excesivas. Esto es precisamente lo que Allende explotó a la hora de poner como principal elemento en la nacionalización de CODELCO: las ganancias excesivas. Todas estas empresas transnacionales están teniendo en este momento ganancias excesivas. Ellos invierten, por ejemplo, diez millones de dólares en diez años, y resulta que en el segundo año ya han recuperado esos diez millones de dólares, es decir, les quedan ocho años de pura ganancia. Entonces, al final, uno tiene que pensar que el recurso minero de nuestro país constituye un negocio redondo para cualquier transnacional, y que las transnacionales, como su nombre lo indica, están globalizadas. Las transnacionales son empresas que están relacionadas entre sí. Es decir, si usted viene a una empresa transnacional y se lleva el concentrado de cobre a su país, no lo funde aquí, no lo refina aquí, se lleva el concentrado a su país, se lo vende a sí misma, se lo vende a sí misma. Entonces, uno se pregunta, bueno, ¿quién paga el flete?
El barco que transporta este concentrado, estos millones, porque en este momento, según las cifras oficiales, son alrededor de trece o catorce millones de toneladas las que están saliendo del país en un año. Esta cifra también está en discusión. Son trece millones de toneladas que están saliendo de nuestro país en barcos. Bueno, uno podría preguntar, ¿quién paga el flete? Bueno, lo pagan los empresarios, los dueños del producto. Ellos son dueños del concentrado.
Por consiguiente, ellos pagan. Pagan el flete. Sí, pero en el momento en que pagan el flete, ellos descuentan. Lo consideran un gasto o una pérdida, digamos, que están teniendo debido a su producto que están sacando de este país. Y, entonces, incluso en ese rubro, ellos engañan al Servicio de Impuestos Internos, engañan a nuestros fiscalizadores. Resulta que hacen toda clase de artimañas, como decimos en buen chileno, para evitar el pago de todo lo que debería legalmente pagarse en este país, en nuestro país. Entonces, al llegar al puerto de destino, ellos mismos compran el concentrado. Hacen una serie de contratos fraudulentos de tal manera que al final, a nuestro país, le quedan unas pocas monedas, casi irrisorias. Es decir, no es una ganancia para nosotros permitir que estas empresas extranjeras se estén llevando el concentrado de cobre.
De ninguna manera, de ninguna manera. Entonces, la otra cuestión importante es que estas empresas, que se están comprando y vendiendo entre sí, tienen en sus países matrices que incluyen fundiciones y refinerías de cobre. De este proceso de purificación de los concentrados para obtener cobre puro al 99.99%, se obtienen una serie de subproductos que Contiene el cobre, como les decía recién, todos estos metales, una cantidad increíble de metales, unos veinte metales que van ahí acompañando al cobre en estos concentrados, y van también algunos elementos que ellos consideran que son para la fundición. Entonces, cuando hacen el contrato aquí en nuestro país, ellos hacen la cuenta de todo. Dicen, “Bueno, mira, estoy perdiendo plata al mandar los concentrados en barco allá, porque tengo que pagar el flete del barco.
Estoy perdiendo plata porque resulta que tu concentrado tiene cero coma cinco por ciento de arsénico. Y hay ocho metales, ocho elementos, que son penalizables, es decir, que se descuentan, digamos, a la hora de hacer el cálculo del precio que tienen que pagar. Se descuentan ocho, imagínense, ocho elementos que son penalizables. O sea, que ellos pueden decir, ‘Mira, este concentrado tiene más de cero coma cinco por ciento de arsénico, por lo tanto, me tienes que devolver plata.'” Ellos están sí, están siendo penalizados por dos elementos y están penalizando ocho elementos. Es decir, ¿cuál es el negocio para nuestro país? ¿Dónde está la ganancia para nuestro país? O sea, un plato de lentejas. Cuando digo un plato de lentejas, me refiero a los puestos de trabajo que vienen, ¿verdad? Eso es todo. ¿Y qué cuenta la contaminación que se provoca? Los miles o los millones de toneladas de relaves que están dejando en nuestro país, veinte mil millones. La última vez que Frena Geomin hizo un cálculo, dijo que eran veinte mil millones de relaves esparcidos por nuestro territorio, producto de la explotación de la minería del cobre. Y las aguas subterráneas no se contaminan, y no se contamina el aire en este papel.
Don Juan, ¿qué finalidad cumple en realidad el Royal? Porque el Royal Tea llega al uno por ciento de las ventas netas. Si no me equivoco, está entre un cuarenta y seis y cuarenta y nueve por ciento. Pero ellos lo toman como gran primicia, se podría decir, en el mundo político. Pero ese monto es en realidad un gasto operacional. Juegan con ello para rebajar en realidad lo que efectivamente dejan en el país. ¿Cómo es posible, cómo es posible que la clase política tenga la capacidad infinita de hacerle creer a Chile que el uno por ciento de las ventas netas es beneficioso para nuestro país?
O sea, si a cualquier persona, nosotros le decimos así: “Usted señora, usted es dueña de este kilo de pan. Y usted vende este kilo de pan y solamente va a tener el uno por ciento”. Para cualquier persona, no es negocio. Para cualquier chileno no es negocio, porque nuestros derechos sociales nos cuestan miles de millones de dólares. Derechos y servicios que están totalmente internalizados en el país. Y nosotros, la vía que tiene el mundo político actual es a través de la recarga impositiva, o sea, impuestos. Para poder alcanzar eso con sueldos bajísimos, con un estándar de vida que no ha subido al máximo. La única manera que tenemos de poder subsistir en el país es endeudarnos en realidad. Y nuestra riqueza, la exportan, la exportan con grandes ganancias para los mismos capitales de siempre. La concentración de estos capitales es impresionante. Pero, ¿por qué el país no ha podido entender en realidad cuál es la necesidad…?
La necesidad actual es poder recuperar los bienes comunes, y no solamente el cobre. Hoy día entra el litio. Más adelante, el litio genera una gran discusión con respecto a que podría transformarse en lo mismo que nos pasó hace muchas décadas atrás con el tema del Salitre. Eso podría generar un líquido sintético. Nosotros tenemos una de las mayores reservas de litio en el mundo, con una tasa para extraer este producto más barato que el resto de los competidores, entre comillas, que son Argentina y Bolivia. En ese sentido, ¿cómo? ¿Por dónde pasa eso, don Juan? No, de partida, eso de hacer un litio sintético está descartado. No es científicamente posible.
No hay ni siquiera que discutirlo ni pensarlo. Debe ser simplemente que el litio entra en la composición de una batería, junto con otros metales como el cobalto, el níquel, por ejemplo. Definitivamente, alguien podría pensar en sustituir un porcentaje del litio con sodio, cobalto o níquel. Empiezan a jugar con esos valores. Pero sustituir completamente el litio es imposible, porque primero, el litio es el metal más liviano de la tabla periódica y también el más activo. Es una ventaja comparativa inmensa. No se puede sustituir, no hay forma de hacerlo.
Así que eso está descartado. No es como el salitre, que era nitrato de sodio. En una empresa de tecnología química, se puede sintetizar nitrato de sodio o incluso otros fertilizantes más valiosos como el nitrato de amonio. Entonces, puedo sustituir el salitre por un salitre sintético, por así decirlo. Pero el litio no se puede sustituir. Eso está descartado. Ahora, con respecto a la pregunta inicial que usted hacía sobre el uno por ciento, ¿qué pasa? ¿Con qué juegan ellos? Ellos juegan con volúmenes, con cantidades. Porque resulta que el uno por ciento puede significar millones de dólares. ¿Por qué? Porque nosotros estamos exportando trece, catorce o quince millones de toneladas de concentrado de cobre. Ese número se multiplica. Ustedes dicen, “Oye, pero con el uno por ciento, me dijeron que podíamos satisfacer las necesidades de todos. Vamos a darle un litro de leche a cada niño, por ejemplo”. Claro, eso son millones, porque son millones de toneladas de concentrado de cobre que están saliendo de nuestro país. Por eso juegan con esos números. Es una migaja. Definitivamente, dicen, “Pero cómo puedes decir que es una migaja, si con esta migaja puedo satisfacer un montón de necesidades que tiene este país”. Claro, porque los volúmenes y las cantidades que se están llevando de nuestros recursos minerales son enormes y muy valiosos.
Y nosotros simplemente nos estamos dejando saquear. Nos están saqueando. Nos hemos convertido en un país extractivista.
Están llevándose nuestros recursos minerales al extranjero. Entonces, hay que tener en claro lo primero. Lo que es un concentrado, porque la gente, cuando escucha, dice “Ah, se están llevando concentrados de cobre”, pero no saben lo que es un concentrado de cobre. No saben lo que es. Incluso he escuchado a gente que tiene mucho estudio en nuestro país, verdaderos expertos, que dicen que los concentrados de cobre tienen un treinta por ciento de cobre y el resto es basura. El resto son piedras molidas. Eso es lo que dicen. Llegan a decir eso. Esa es una barbaridad. Yo, a cada uno de estos expertos, les digo: “Mira, antes de decir semejante barbaridad, por lo menos ten la decencia de saber qué es la flotación”. Una planta concentradora, que es una planta de flotación, elimina toda la basura de la que hablas, toda la piedra molida que mencionas, se separa y se convierte en relave. En esa espuma flota un cóctel de metales, todos los metales que contiene el mineral. Al final, se espesa, se seca y se convierte en un polvo llamado concentrado.
Puede ser un concentrado de cobre, de molibdeno, depende de la mayor concentración de metal. Así deberíamos empezar, explicándole a la gente para que tome consciencia de lo que significa un concentrado. ¿Qué significa que se estén llevando principalmente concentrados de cobre de nuestro país? ¿Por qué no funden y refinan aquí, si quieren hacer un negocio tan redondo? Porque todo el mundo se daría cuenta de que en esos concentrados de cobre hay una cantidad impresionante de otros metales que son mucho más valiosos que el cobre mismo. Eso es lo que hay que tomar en cuenta. Exacto.
Entrevistador: ¿Por qué, si nosotros tenemos hoy en día la palabra? No, al menos la palabra. Podríamos ubicarnos más a la izquierda o más a la derecha de la Nueva Mayoría, por poner un ejemplo, solamente con el tema de los bienes comunes. ¿Cómo lo ve usted a este gobierno?
Hasta este momento, lamentablemente, y lo digo con mucha tristeza, con mucho dolor, porque yo voté por este señor. Bueno, no tenía otra alternativa, no podía votar por Castañeda tampoco. No tenía otra alternativa, tenía que apoyarlo definitivamente.
Yo lo veo más a la derecha que a la izquierda. Lamentablemente, lo tengo que decir con mucho dolor y tristeza. Pero eso es así. Yo lo veo cuando él actúa, cuando este señor actúa. Fíjese que escucha más a los empresarios. Él se reúne con los empresarios, conversa y toma decisiones con los empresarios. Entonces, ¿qué podemos esperar de un presidente?
Claro, podrá decir “No, lo que pasa es que tengo que negociar, porque si no no puedo presidir este país”. Pero por favor, negocia con dignidad. Oye, el presidente Allende dio su vida por entregarnos soberanía, por entregarnos dignidad. Si quieres ser presidente de este país, tienes que saber eso. Tienes que entender que tu vida ya no te pertenece solo a ti. Pertenece al pueblo, a la sociedad chilena, a todos los que vivimos en este país. Y principalmente, a las mayorías. No al diez por ciento que maneja el poder económico en este país. No a la oligarquía financiera que tenemos en este país y que controla todos los centros. La comunicación la maneja el comercio, maneja todo. No le pertenece solamente a ese grupo, digamos, de empresarios. No, el presidente le pertenece a todo el mundo, le pertenece a todo el pueblo. Y él tiene que escuchar, sentarse también con los sindicatos, con el pueblo, y veamos, conversemos. Y si no está en condiciones de hacer eso, bueno, entonces no es presidente, pues.
Entrevistador: ¿Usted participa en la Coordinadora por la Nacionalización del Cobre?
He tenido que hacerlo. Sí, yo estoy en el grupo. Hay un grupo que me entrevistó. Incluso estuve en Santiago haciendo una entrevista con Héctor Maraf, me entrevistó. Me hicieron una entrevista bastante larga, como de cincuenta minutos, una hora, y van a hacer un documental, me decían, con toda esta información definitivamente que es necesaria reunir y discutir.
Entrevistador: ¿Ha llamado alguna vez el presidente a un consejo ciudadano o ha invitado a dirigentes sociales, a sindicatos, con respecto a la recuperación de los bienes comunes? ¿Cuál ha sido el acercamiento que ha tenido este gobierno con la ciudadanía organizada? ¿Usted ha sabido de algo? ¿Lo han invitado alguna vez?
No, a mí no, nunca me han invitado a ninguna parte. Yo veo que la vinculación del presidente con la sociedad, incluso con la sociedad progresista, porque ya estoy convencido de que él tiene vínculos con el empresariado, es mínima. Yo no veo a nuestro presidente reunirse con sindicatos, qué sé yo, por último, explicarle a la ciudadanía, “Miren, estos son los problemas que estoy teniendo, me están torpedeando por todas partes”. Bueno, dígalo, explíquelo.
¿Qué está pasando? O sea, ¿cómo es posible que un presidente de un país minero no tenga una política minera clara? No la tiene.
Entrevistador. Ahora, ¿cuál es el siguiente paso, don Juan? ¿Cómo nosotros podemos instalar esto en la comunidad? ¿Cómo la misma Coordinadora por la Nacionalización del Cobre y los Bienes Comunes puede ampliar este discurso para que llegue a Magallanes y Arica? ¿Cómo lo ve usted?
Mira, en el caso del litio, que yo veo que va por ese camino, como usted acaba de decirlo. Yo creo que el enojo tiene las uñas y las manos tan largas que no va a querer soltar esa torta. En el caso del litio, yo creo que lo primero que hay que hacer es rápidamente moverse en el sentido de no permitir que sea concesionado. De ninguna manera. Y una estrategia que hay que seguir, que es fundamental, es declarar al litio como un metal, porque es un metal, es un metal alcalino. Tiene aplicaciones en la energía atómica, como generador de energía atómica.
Es decir, en otras palabras, el litio debería estar bajo control estricto de la FECHEM, no Chem, la Comisión Chilena de Energía Nuclear. ¿Y por qué razón? Porque acabo de mencionar que el litio es el metal más liviano que existe en la tabla periódica. Y por consiguiente, ya existe tecnología para bombardear los isótopos del litio, los isótopos de litio que hay. El litio tiene varios isótopos, seis para ser precisos. El litio natural tiene seis isótopos, pero hay dos isótopos que son el litio seis y el litio siete, que tienen aplicaciones en la energía nuclear, en la física nuclear.
Esos dos isótopos son súper importantes a la hora de ser utilizados, probablemente para la fabricación de bombas. También pueden ser utilizados para generar energía, es decir, con fines pacíficos Gran cantidad de energía, con fines pacíficos. Pero también puede ser utilizado para fabricar bombas. Bombas termonucleares que son igual de, de, de nocivas que las bombas de uranio, o tal vez igual de nocivas. Entonces, si nosotros nos aferramos a que el litio también puede ser un elemento que sirve para almacenar energía, así como producir energía, entonces decimos que pertenecemos, que estamos adscritos al tratado de no proliferación de armas nucleares.
Estamos adheridos a ese convenio de no proliferación de armas nucleares. Y por consiguiente, la Sechem aquí tiene que controlar este asunto. Y no podemos permitir que el litio salga libremente de nuestro país sin que la Sechem haya rastreado su destino. Es decir, la Sechem tiene que saber dónde va a parar ese litio, quién lo va a comercializar, cuánto se va a comercializar y por qué se va a comercializar. Eso es en lo que respecta al litio.
Entonces, la única manera como les digo y les repito nuevamente en pocas palabras de que el litio no sea concesionado, de defender al litio, es por el lado de decir que es un elemento que también tiene usos en la energía nuclear. Puede ser utilizado por algunos países que están muy interesados en la guerra, en la fabricación de bombas y podrían ser utilizados para causar mucho daño a la humanidad. Eso es en el caso del litio. Y en el caso del cobre, ahí me resulta complicado dar una opinión al respecto. Como les decía recién, la última vez que contabilicé, había dieciocho transnacionales en nuestro territorio. Y por otro lado, veo que CODELCO está siendo destruida.
Entrevistador: Entonces, ¿cómo se realiza este desafío? Cómo hacer una estrategia que permita que el cobre sea defendido por nuestro pueblo, por nuestra población, por nuestro país. Esto significa que el Estado de Chile se haga cargo de esta explotación. ¿Cómo hacerlo?
¿De qué manera realizar este tremendo desafío? Lo veo muy complicado. Lo veo complicado porque se ha formado una maraña de empresas que realmente son capaces de sacarse los ojos y quedarse con los concentrados de cobre, que en el fondo son concentrados de muchos metales. Y en ese caso, me resulta complicado dar una opinión o una estrategia con respecto a cómo podríamos recuperar nuestro principal recurso mineral. Si yo pensaba que podríamos potenciar al máximo posible a Codelco, pero ha comenzado a surgir una competencia en el interior de nuestro propio país, lo que ha llevado prácticamente a la destrucción de esta importante empresa nacional.
Lo que podría ser, por ejemplo, que se obligara, porque eso sí es posible hacerlo, a la aduana a fiscalizar de manera precisa cada uno de los metales que salen en los concentrados de cobre. Cada uno de los metales que se encuentra en los concentrados de cobre debe ser fiscalizado por la aduana. Eso es lo más importante en este momento, lo inmediato. Que Aduana no solo fiscalice el cobre, el oro y la plata, sino que también fiscalice el Molibdeno, el Renio, el níquel, el Paladio, el Platino, todos los metales que van en los concentrados de cobre.
Y que cada uno de esos metales se convierta en una mercancía, es decir, que si estamos exportando metales, esa exportación signifique para nuestro país una ganancia extraordinaria, al nivel de primer mundo, que incluso con ese dinero podamos generar que ese es uno de los aspectos importantes que hemos estado olvidando últimamente. No somos capaces de generar energía, no somos capaces de agregar valor a nuestros recursos minerales. Y eso que no somos capaces precisamente es porque estamos comercializando materias primas y no productos acabados. Por ejemplo, un cobre del noventa y nueve coma noventa y nueve por ciento, que es el cobre utilizado en la producción de alambres para la conducción de electricidad y que se negocia en la bolsa metalera. Ese es el cobre que se negocia en las bolsas metaleras. No el cobre del noventa y nueve por ciento ni el del noventa y siete por ciento.
No. El del noventa y nueve coma noventa y nueve por ciento. Es decir, el cobre electrolítico o también llamado cátodo. Ese es el cobre que deberíamos comercializar y producir aquí en nuestro país. Y no solo producir cobre en barras o lingotes, sino también producir alambre, láminas y hasta aleaciones de cobre, como los bronces, para agregar valor a nuestros recursos. Alrededor de estos recursos minerales que tenemos en este momento. Chávez decía cuando se dirigía a los venezolanos que tenían que sembrar petróleo. ¿Qué significaba eso?
Significaba que debían aprovechar ese recurso produciendo tecnología y ciencia, de manera que cuando el petróleo se agotara, tendrían un país industrializado, un país avanzado, con todos los elementos que una nación moderna requiere. Así como lo ha hecho Corea del Sur, que está utilizando nuestro concentrado de cobre. Observen lo que Corea está haciendo con nuestros concentrados de cobre. Tienen fábricas inteligentes que aprovechan al máximo todos los metales de nuestro país, nuestro territorio. Eso se llama ser patriota, eso es verdaderamente progresista, eso es ser un país de primer mundo y pensar en un futuro esplendoroso para nuestra nación. Juan, esta hora se nos pasó volando. Increíblemente se nos pasó volando.
Queremos finalizar con un mensaje de esperanza para nuestros compañeros y compañeras que verán este episodio. Un mensaje esperanzador para un futuro no muy lejano en el cual podamos recuperar el cobre para todos y todas. Así que les dejo un minuto para despedirse y dar ese mensaje. Bueno, sí. En definitiva, que no sea un mensaje demasiado optimista ni dulce, pero tampoco quiero dejar a todos los compañeros con un sabor amargo. Al contrario, lo que quiero es dejarlos con un sentido de búsqueda, de querer valorizar todo lo que la naturaleza nos ha dado. Siempre digo que los minerales de cobre nacieron en Chile. Nacieron aquí.
No deberían haber sido nacionalizados porque son de Chile. Nos pertenecen a los chilenos. No deberíamos estar pensando en nacionalizar algo que ya es nuestro. Partamos de esa premisa. En este país, en este territorio, tenemos grandes riquezas y debemos aprovecharlas, pero conscientes de que están allí. Conscientes de que están siendo saqueadas, están saqueando este país. Por eso, tenemos que organizarnos. Primero, debemos superar todas estas divisiones internas que existen, porque veo que hay diez mil grupos que comparten el mismo objetivo pero están todos dispersos, atomizados; así no sirven.
Así no sirven. Tenemos que estar siempre organizados, tenemos que estar siempre pensando, tenemos que estar siempre con los ojos abiertos. Tenemos que saber lo que están llevándose. Y para saber lo que están llevándose, tenemos que investigar. La información está ahí en la web, ustedes pueden buscarla, pueden encontrarla, pueden saber cuánto vale el cobre. Pueden comparar los precios en las bolsas metaleras y se darán cuenta de la inmensa fortuna que tenemos en nuestro territorio. No podemos desperdiciar esa fortuna y debemos aprovecharla en el menor tiempo posible.
Así que a organizarse, a unirse y a tener esperanza de que este país puede ser definitivamente mejor. Pero eso depende de nosotros. Depende de cómo sigamos actuando. Si actuamos en conjunto o seguimos separados, recibiendo golpes por aquí y por allá. Al final, no lograremos absolutamente nada si estamos dispersos.
Les envío un mensaje de unidad y organización, ya que esa es la clave para enfrentar estos desafíos y construir un futuro mejor.