El presidente chileno, Gabriel Boric, criticó fuertemente las declaraciones del presidente de Brasil, Lula, quien con motivo de la visita del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a Brasil, dijo que el gobierno venezolano precisa “mostrar su propia narrativa” para hacer con que el mundo cambie de opinión sobre la política del país.
El objetivo de Lula era retomar el comercio con Venezuela en varios segmentos y también cobrarle una deuda con el gobierno brasileño de unos US$ 4 mil millones.
La derecha recalcitrante inmediatamente reaccionó. No solo lo hizo el presidente de Uruguay, Lacalle Pou, también lo hicieron varios altos funcionarios del gobierno Biden, de los Estados Unidos.
En Brasil, gritaron los derechistas que hacen parte del gobierno Lula/ Alckmin con toda la gran prensa burguesa haciendo un enorme escándalo.
Boric secundó la campaña de la derecha y también criticó al gobierno venezolano y acusó a Lula de antidemocrático: “No es una construcción narrativa. Es una realidad.”
Sin entrar en el demérito de las críticas al carácter del gobierno de Nicolás Maduro, sí debemos entrar en el mérito de las críticas de Boric.
Gobierno de Boric: testaferro de Piñera y Kast
El gobierno de Boric ha sido una continuación del gobierno de Sebastián Piñera en todo lo que es importante.
Incluso es responsable por haber reprimido las manifestaciones populares, incluyendo las manifestaciones de los estudiantes secundaristas, con enorme violencia; militarizó aún más al Walmapu; aceleró la entrega de la soberanía nacional, principalmente en relación al cobre, que representa el 54% de las exportaciones, y al litio, etc.
Sólo sobre esas consideraciones podemos rotular a Boric, su gobierno y sus satélites, de testaferro de la derecha y principalmente de los Estados Unidos, sin ninguna moral para acusar al gobierno de Venezuela o a cualquier otro gobierno de cualquier cosa.
Pero la situación es mucho peor.
El gobierno Boric lidera la campaña para imponerle al pueblo chileno una “nueva” constitución que mantiene vigente todas las estructuras impuestas por las bayonetas de la Dictadura, que fue una de las más genocidas de la historia mundial.
Y quién controla la imposición de la “nueva” constitución? El vocero de la Dictadura, Kast, y sus Republicanos.
Por lo tanto, el gobierno Boric y sus satélites se han convertido, en la práctica, no solo en testaferro de los grandes empresarios, beneficiarios del sistema, y de los Estados Unidos, ¡sino que también actúa como un testaferro de Kast!
El pueblo chileno, en diciembre, rechazará la “nueva” constitución.
Chile le pertenece a los chilenos.
#YoVotoEnContra