Material Elaborado por la Coordinadora por la Renacionalización del Cobre
Patricio Alwin promulgó en 1992 la Ley 19137, que entregó el 70 % de la producción de cobre a las mineras extranjeras.
Vía concesiones, las mineras extranjeras tienen control del 70% de la producción de cobre en Chile. Codelco sólo controla el 30% de la producción.
Las mineras extranjeras tienen bajo control más de 20 millones de hectáreas del territorio nacional, vía concesiones heredables e indefinidas.
Cada año obtienen utilidades por US$ 100.000 millones, incluidos los subproductos del cobre.
Por los puertos de Chile, las mineras extranjeras, envían 5 millones de toneladas de cobre y no declaran los subproductos del cobre.
Enami es una empresa que debería fundir y refinar el cobre chileno, pero está eliminando refinería, fundiciones y laboratorios.
La única empresa en Chile que procesa los subproductos se llama Molimet, de capitales fundamentalmente extranjeros.
Molimet exporta molibdeno y renio; es la empresa de refinación más grande del mundo.
Tiene ganancias por renio de US$20.000 millones anuales.
En cada puerto, la Aduana debiera tener un espectrógrafo de emisión para valorizar los subproductos del cobre, pero no lo hay.
Un kilo de renio tiene un valor en mercados internacionales de $ 3.000.
Un kilo de rodio vale $ 500.000.
El 3 % de una tonelada de cobre vale US$ 9 millones de dólares; las “transnacionales” mineras producen 4 millones de toneladas de cobre.
La renacionalizacion del cobre es un imperativo para financiar los derechos sociales de los pueblos de Chile, terminar con la pobreza y retomar nuestra soberanía.
