La nueva constitución chilena acaba con estos derechos sociales

Nueva Constitución nos trae un paquete de: limitación del derecho a la huelga, la incertidumbre en el sistema de salud y la continuidad de las AFPs...

El impacto de la “nueva” constitución que el sistema quieren imponernos en diciembre tiene profundas implicaciones en los derechos sociales fundamentales.

El “nuevo” marco constitucional, controlado por la derecha y que cuenta con el apoyo de la “izquierda” institucional, ha generado un escenario donde los derechos laborales se ven amenazados, particularmente en lo referente al derecho a la huelga.

La limitación del derecho a la huelga, una herramienta esencial para los trabajadores en la defensa de sus intereses, en la práctica, fue llevado a un extremo en que la eliminará.

La imposibilidad o restricción para ejercer el derecho a la huelga incidirá negativamente en la capacidad de los trabajadores para negociar condiciones laborales en el contexto del aumento de los ataques contra sus condiciones de vida y la entrega generalizada de la soberanía chilena a las potencias extranjeras, principalmente en relación a su propiedad sobre los dos principales minerales, el cobre y el litio.

El sistema de salud se ve aún más amenazado, en vista de que la política sobre la salud y la educación pública es su completa privatización. El impacto sobre la población pobre es enorme.

La cuestión de las pensiones también es objeto de gran preocupación. La continuidad de un sistema de pensiones que ha generado descontento en la población y ha sido objeto de críticas debido a su insuficiencia se ha consagrado en esta “nueva” constitución. La presencia de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) con carácter constitucional genera desconfianza y preocupación entre la ciudadanía, perpetuando un sistema en que los grandes empresarios se apropian sin hacer ningún esfuerzo de los recursos de los chilenos en beneficio propio.

En resumen, la “nueva” constitución chilena termina de destruir la protección de los derechos sociales fundamentales.

La limitación del derecho a la huelga, la incertidumbre en el sistema de salud y la continuidad de un sistema de pensiones que genera enorme descontento social refuerzan la necesidad de, en dicDembre, ir por el #VotoEnContra. 

Además debemos establecer la necesidad de pensar en ¿qué tipo de Chile queremos? Y más allá ¿Cómo vamos a construirlo?

La historia nos ha demostrado que los cambios en el seno de la estructura no son regalados por la burguesía/los grandes conglomerados de empresas que controlan al mundo y sus gobiernos al servicio del saqueo. 

La lucha no se queda en decirle no a un mamarracho constitucional escrito únicamente por los sectores de poder de Chile, la necesidad hoy nos impone la organización de clase. Pueblos Originarios, estudiantes, obreros, campesinos, es decir, una gran unidad en torno a los explotados, que somos, sin duda alguna, la mayoría. 

Las lecciones que sacamos de los procesos anteriores, y en especial, de los levantes que han existido no solo en Chile sino en el mundo, nos demuestra que sin unidad, organización y perspectiva de clase, cada demanda que se levante la direccionará a los intereses de la gran burguesía. ¿Hasta cuándo vamos a poner nosotros las monedas que paguen la crisis del sistema?