Nuevo Pacto Fiscal en Chile: Un enfoque de pequeños cambios y concesiones

Descubre el impacto del "Nuevo Pacto Fiscal" en Chile: evaluamos las reformas impositivas, su enfoque en ganancias empresariales y las implicaciones para los trabajadores. ¿Cómo afectará esta propuesta a la economía y sociedad chilena?

Después del rechazo en la cámara de diputados de la reforma tributaria y la negativa empresarial a cambios estructurales, el Ministerio de Hacienda en Chile ha optado por presentar un nuevo proyecto de reformas al sistema impositivo. 

Bajo el nombre “Nuevo Pacto Fiscal”, este enfoque abandonará la denominación supuestamente “subversiva” de reforma tributaria y buscará avanzar con pequeños proyectos de ley para abordar la elusión de impuestos y mejorar la eficiencia del gasto público. Así que, lo que se propone es un mayor resguardo de las ganancias empresariales en detrimento de las necesidades de la clase trabajadora,  lo cual sí va en la medida del actual gobierno y de todo el sistema. 

Ahondemos en el “nuevo pacto fiscal”.

Partamos de lo que el propio sitio web  del gobierno “Pacto Fiscal” dice sobre sus 6 pilares:

  1. “Principios para un sistema tributario moderno en Chile: marco de valores que sirva como encuadre para la actual reforma tributaria, así como para la evaluación de la misma y modificaciones futuras.
  2. Necesidades y prioridades de gasto: gastos prioritarios y sustantivos cuantitativamente, que no puedan financiarse dentro del proceso presupuestario convencional.
  3. Compromisos del Estado: austeridad, transparencia, eficiencia. Aporte de fracción de financiamiento.
  4. Financiamiento tributario: ajustes a proyecto de reforma tributaria que se rechazó en la Cámara de Diputados.
  5. Crecimiento y formalización: impacto de impuestos y gastos sobre el crecimiento y la formalización, y retroalimentación a través de una mayor recaudación tributaria.
  6. Consolidación, seguimiento y evaluación: balance fuentes/uso; implementación, monitoreo y evaluación de impacto.”

El primero de los pequeños proyectos de ley

  1. Para abordar la elusión de impuestos, el gobierno propone la creación de un consejo asesor que ayude a fiscalizar de mejor manera esta problemática y recaudar más recursos. Además, se busca establecer la figura del denunciante anónimo para eximir de sanciones penales a quienes denuncien o se auto-denuncien por delitos tributarios.
  2. En la medida de darle entrada a la derecha y el supuesto derroche del gasto público, los siguientes proyectos dicen relación con reducir el gasto público. El gobierno propone una serie de reformas para acabar, supuestamente, con trámites burocráticos que, en esencia, son para aumentar y simplificar la inversión privada y el saqueo. Se busca agilizar los procesos de asignación de recursos estatales a empresas privadas, especialmente en el desarrollo de infraestructura mediante concesiones.
  3. Por último, el nuevo pacto fiscal incluirá una tímida alza al impuesto a la renta y un aumento del IVA a bienes importados. A cambio, se concederán nuevas transferencias a empresarios y se advierte sobre posibles olas de ajustes y precarización de los servicios públicos y sus trabajadores. Sin embargo, estas medidas no cubrirían las actuales falencias en prestaciones sociales para la clase trabajadora.

Conclusiones

El nuevo pacto fiscal en Chile es una nueva puerta abierta para el saqueo, la especulación, la venta de nuestro patrimonio y la ampliación de las ganancias de los  grandes capitales, sobre las actuales necesidades concretas de los trabajadores, como lo son  inversión en la educación, inversión en salud, inversión en las empresas estatales para la incorporación de tecnología. 

Un tema tan importante como es una reforma tributaria debería, como mínimo,  estar enfocada a: 

  1. La eliminación del impuesto sobre el consumo
  2. Eliminación al impuesto sobre la renta DE LOS TRABAJADORES, es decir, aumentar el impuesto a las grandes empresas y los grandes capitales. 

Hoy en día los ricos no pagan impuestos, sea  a través de brechas jurídicas y de maniobras fiscales o  a través de elementos legales como son los paraísos fiscales. 

Por ende, el papel no es una reforma tributaria que apriete al trabajador, sino la tasación a aquellos que realmente usufructúan de nuestros recursos y expropian las riquezas generadas a partir del trabajo obrero. 

Hay que tasar a:

  1. Familia Luksic: Controlan el Grupo Luksic, que tiene intereses en sectores como la minería, la banca, el transporte y las telecomunicaciones.
  2. Familia Matte: Dueños del Grupo Empresas CMPC, que se especializa en la producción de celulosa y papel, así como otros negocios.
  3. Familia Angelini: Controlan el Grupo Angelini, que opera en diversos sectores, incluyendo la pesca, la energía, la forestal y la banca.
  4. Familia Ponce Lerou: Propietarios de Quinenco, un conglomerado con inversiones en sectores como la banca, la energía, el transporte y la producción de alimentos.
  5. Familia Solari: Dueños de Falabella, una de las principales cadenas de tiendas por departamento y retail en América Latina.
  6. Familia Said: Controlan el Grupo Said, que tiene inversiones en diversos sectores, incluyendo la banca, la agricultura y la minería.

Debido a su enfoque en pequeños cambios y concesiones en lugar de reformas estructurales., este pacto debe ser criticado, pues protege las ganancias empresariales y coloca la carga en los trabajadores, quienes enfrentan incertidumbre y precarización en sus servicios públicos y prestaciones sociales. Debemos levantar la mirada hacia los defensores de este sistema putrefacto y unirnos en pie de lucha contra la apisonadora capitalista que intenta repasarnos su crisis para sobrevivir. 

¡LOS TRABAJADORES NO PAGARÁN SU CRISIS! 

¡QUE LA CRISIS LA PAGUEN LOS RICOS!