¿Por qué Chile recibe tantos capitales extranjeros?
Para el año 2022, Canadá había inyectado US$ 36.216 millones en la economía chilena, consolidándose como el principal inversor en Chile.
Según el Banco Central, eso representa un aumento de US$ 4.050 millones en las inversiones canadienses con respecto al año anterior.
Los capitales estadounidenses suman US$ 11 mil millones menos.
El Tratado de Libre Comercio (TLC) suscrito en 1997 con Canadá abrió las puertas a flujos de inversión en diversos sectores, tales como minería, servicios financieros, infraestructura, energía, agua, industria química, agricultura, acuicultura y servicios de ingeniería, entre otros.
Las inversiones de Teck en el sector minero, Transelec en energía y Scotiabank en el ámbito financiero, tienen como objetivo participar de la entrega de lo que sobró de la economía chilena a los capitalistas extranjeros.
El gobierno Boric avanzó aún más en la entrega del cobre y del litio.
Aparte de la entrega de los sectores productivos, Chile paga una de las tasas de interés más altas a los especuladores financieros internacionales, que es más del 11% para una inflación oficial de poco más del 5%.
Un paraíso del rentismo tan escandaloso se ha vuelto la norma en América Latina, principalmente en México, Colombia, Uruguay y Brasil.
Brasil paga el 13% de interés a los especuladores internacionales con su súper corrupta deuda pública, para una inflación oficial de menos del 5%.
Los capitales más especulativos, al estilo de BlackRock, Vanguard, Pimco, Goldman Sachs, First National Bank, Morgan Stanley, Deustche Bank y varios otros, vienen a América Latina ávidos de ganancias muy fáciles, incluso porque sus ganancias son protegidas de posibles pérdidas inflacionarias o en el caso de devaluaciones, por medio de los llamados swaps cambiales.
¿Hasta cuando América Latina se podrá mantener funcionando sobre capitales golondrinas?
Hasta que esos capitales se vayan en búsqueda de la seguridad de los países desarrollados. Y cuando eso suceda dejarán para atrás un verdadero cadáver.