La “nueva” constitución que el sistema quiere imponernos en diciembre tiene como característica no sólo ser aún peor que la actual, sino que la trancaron para que casi no sea posible cambiarla.
Para entrar con un nuevo proyecto constitucional serán necesarias un número de firmas de miembros del Congreso, lo que implica que sólo con el permiso de la derecha algún cambio será posible.
Pero el problema más grave es que la posibilidad de un nuevo proceso constitucional que emerja de una iniciativa popular, ni siquiera es considerada.
El principal objetivo de esta “nueva” constitución es ponerle un punto final institucional a las reivindicaciones de la Revuelta Popular de octubre de 2019.
Como este proceso está controlado por la extrema derecha, esa política es aplicada institucionalizando las instituciones centrales que la Dictadura puso en pie.
Por esas razones, en diciembre, los chilenos vamos por el #VotoEnContra.
CAPÍTULO XVII PROCEDIMIENTOS DE CAMBIO CONSTITUCIONAL
Artículo 215
1. Los proyectos de reforma de la Constitución podrán ser iniciados por mensaje del Presidente de la República o por moción de cualquiera de los miembros del Congreso Nacional, con el límite máximo de firmas que establece el artículo 77.